En esta etapa aparece una gingivitis asociada al aumento de los niveles de la hormona estradiol, alrededor de los 12 años.
El signo más claro es el enrojecimiento y sangrado de las encías ante cualquier estímulo porque existe inflamación.
Este estado suele ser transitorio pero conviene que un periodoncista haga un seguimiento de la salud para evitar que la enfermedad cronifique. Este proceso es reversible y si se realiza un buen cuidado y seguimiento, se reestablecerá la salud total.
La principal forma de tratamiento es la eliminación de las bacterias que provocan la gingivitis. Para ello, es preciso realizar un buen cepillado y uso de seda dental o cepillos interproximales. Como medida preventiva, se aconseja realizar revisiones periódicas durante la pubertad para controlar la salud y hacer un diagnóstico precoz.
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